El restaurante Samsha del famoso Victor Rodrigo está en plena transformación… Aún no sabemos que nos deparará, pero a buen seguro que no dejará impasible a nadie.
La primera vez que yo acudí a su restaurante aún no se había estrenado Top Chef y por tanto, era conocido a nivel de la ciudad de Valencia, y empezaba a despuntar a nivel nacional, no en vano había logrado alzarse con el premio al mejor cocinero del año en 2012. Su calidad como cocinero ya era indiscutible, pero lo cierto es que aún no gozaba de la notoriedad que conceden las ondas catódicas.
La atmosfera de tonos cálidos que te recibe unido a un impecable servicio y una carta sugerente son los principales atractivos de este restaurante ubicado junto a la avenida de Aragón.
Victor Rodrigo tiene la habilidad de convertir cada plato en una obra de arte, hasta el punto de que te da miedo meter la cuchara. Cuida hasta el último detalle, desde el pan que sirve con cada plato, hasta la presentación, para que el bocado final sea como una explosión de sensaciones en la boca.
En Samsha me vi cara a cara con el primer trampantojo culinario de mi vida, porque inició el menú degustación con uno y lo acabó con otro; y es que la destreza de este chef valenciano es tal que establece una sinfonía de platos perfectamente armonizados y estudiados donde no desentona el más mínimo detalle.
Este chef es sin duda el reflejo del atrevimiento culinario de nuestra ciudad. Un creador que se atreve con todo, y que busca superarse a cada paso. Con este post quería recordar la primera vez que pisé su restaurante, como una pincelada de lo que nos deparará el futuro Samsha, que a buen seguro estará rodeado de misterio y de sabores sorprendentes.