Tras rodar unos meses, Doña Petrona se inauguró oficialmente esta semana para mostrar la buena salud de esta propuesta de Germán Carrizo y Carito Lourenço, que de nuevo dan sobradas pruebas de que todo lo que tocan lo convierten en oro, y es que esta pareja, alma y corazón de Tandem Gastronómico, no son solo buenos cocineros, son visionarios que saben situarse a la altura de todo tipo de público, y este local es una buena muestra de ello.

La valencia gastronómica sabe reconocer la valía de este restaurante, y por ello, durante la presentación en sociedad de Doña Petrona, no faltó nadie. Mención especial merecen los profesionales de la restauración que se dieron cita allí como Begoña Rodrigo, Ricard Camarena, Jesús Machí, Diego Laso, Jordi Ferrer, Víctor Rodrigo, Belén Mira, Jose Montejano, Alfonso Lanzas, Tomás Guitxan, Raúl Jiménez, Ximo Carrión, Oscar Asiaín y el Presidente de la Academia Valenciana de la Gastronomía, Sergio Adelantado.

Este restaurante ubicado en corazón de Ruzafa, frente al Mercado y la icónica iglesia de San Valero, es una fusión de la cocina mediterránea con la argentina, donde te puedes comer unas bravas deliciosas con un toque diferente, que puedes graduar de intensidad con la “pócima picosa de Chiles Hermanos” o unas empanadas argentinas que son puro placer, porque se funden en la boca como un néctar.

La decoración es sublime… No le sobra ni le falta nada, con una sencillez que enamora logran que tenga personalidad propia esa Doña Petrona cuadriculada cuyos colores se ven por todo el local. Por cierto, el mural de la valenciana Paula Bonet enamora y no es porque sea romántica la temática, es que es imposible dejar de mirarlo.

Y como este restaurante, como ellos dicen con comida “de acá y de allá” no solo está bueno, sino que además es agradable y tiene un precio más que recomendable, no es difícil pensar que tiene trayectoria para rato.

El objetivo de Tándem Gastronómico con Doña Petrona, según señalan “es compartir los sabores de sus orígenes, la nostalgia que nos embarga al recordar los platos de casa, sin olvidar la riqueza de los productos de esta tierra y la complicidad con los productores que para ofrecer lo mejor en cada temporada”, y sin duda lo han logrado, porque cada bocado es una caricia, una invitación a seguir recorriendo la carta, un momento de placer sosegado que hace que te quedes con ganas de más.