En Valencia estamos tan acostumbrados al buen tiempo, que cuando llegan olas de frío nos rasgamos las vestiduras. Sin embargo, eso sólo demuestra que en las últimas décadas nos hemos hecho más picajosos, en parte debido al cambio climático.
En realidad en nuestra tradición gastronómica existen numerosos platos de cuchara, de esos que se cuecen a fuego lento para deleitar paladares y llenar nuestros hogares de aromas que hacen hogar. Uno de ellos es el tradicional cocido, muy idóneo para esta ola de frío que se ha cernido sobre Levante.
Los Madriles es una de esas tabernas tradicionales, que pese a las reformas y los cambios de titularidad conservan su esencia, aquel halo que la hizo famosa hace 40 años y que hace que a diario se concentren a mediodía un gran número de parroquianos para consumir su consolidada propuesta de platos de cuchara.
En Los Madriles se come un cocido de esos que calman el alma, donde no falta detalle , desde unas verduras de primera calidad, hasta un embutido sabroso que junto con el pollo de corral y la ternera, hacen que surja uno de esos caldos que se pueden cortar con cuchillo, sabroso, intenso y lleno de condimento.
Pero además lo llamativo de las propuesta de Los Madriles es que lejos de servirlo con fideos o con arroz, el caldo se ofrece para acompañar a un canelón. Sin duda es un punto diferente que vale la pena probar por su originalidad.
Si bien los postres no son su punto fuerte, su cuidada bodega de tintos y donde también merecen un apartado destacable los vermús, y las ginebras.
Las tapas tradicionales sin grandes artificios son también un punto a su favor, las croquetas, encurtidos y los productos de temporada, hacen una invitación directa a que te sumes a la cultura de barra. En definitiva, una experiencia única con la valencia más castiza.