Me falta el mar, el de mi infancia, el de mi juventud y el de mi libertad. Ese que he contemplado desde de hace décadas desde el balcón a veces en calma, a veces embravecido pero siempre ahí eterno, inconstante y mío, porque si has nacido a su abrigo como yo, de una manera inconsciente, primaria y tántrica forma parte de ti.
La situación que estamos viviendo actualmente está sacando lo mejor y lo peor de las personas. Esta mostrando que en nuestra sociedad hay lobos con piel de cordero, egoístas, ignorantes y sobre todo mezquinos. Del mismo modo que hemos descubierto... Seguir leyendo →